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liderazgo de base segura
El líder, en la medida que sea una persona que proporciona seguridad a sus subordinados, es decir, que constituya una base segura, tendrá efectos positivos tanto en el bienestar como en el desempeño de los subordinados.
Secure base
El líder como figura de apego apoya a sus seguidores a que alcancen sus propios objetivos en un entorno seguro.
Safe haven
El líder es una fuente de protección, consuelo, calma y tranquilidad en momentos de necesidad.
Proximity
El líder responde con calidez a la búsqueda de proximidad de sus seguidores.
Emotional bond
Las personas se sienten fuertemente apegadas o conectadas al líder porque saben que se preocupa por ellas.
Visión
Psicología del liderazgo
En la actualidad, el liderazgo se entiende como un proceso psicosocial en el que interactúan de manera dinámica la persona que lidera, las personas que le siguen y el contexto. Un rasgo común a los modelos de liderazgo positivo es que, para ejercer su influencia, quienes lideran deben construir relaciones basadas en la confianza mutua con su equipo. Esta confianza, núcleo del liderazgo de base segura (LBS) inspirado en la teoría del apego, desempeña un papel crucial tanto en el desempeño organizacional como en la prevención del estrés y el burnout.
En el ámbito laboral, resulta fundamental que los/las líderes sean conscientes de su relevancia como figuras de apego, capaces de proporcionar apoyo en momentos de estrés y fomentar la exploración y el crecimiento personal y profesional. La necesidad de un vínculo de apego seguro varía según las características personales de cada integrante del equipo y las demandas del entorno. No obstante, la confianza que las personas integrantes depositan en su líder es esencial para establecer una base segura. El LBS no solo fomenta un entorno en el que el equipo puede afrontar desafíos y desarrollar nuevas ideas, sino que también mejora el bienestar emocional de sus integrantes, promoviendo un clima de seguridad psicológica.
Asimismo, el LBS tiene un impacto positivo tanto en el desempeño individual como en el colectivo. Al atender las necesidades emocionales y psicológicas del equipo, quienes lideran con base segura no solo fortalecen la cohesión grupal, sino que también generan un entorno laboral resiliente y motivador. Este enfoque, basado en la confianza y el cuidado mutuo, se traduce en equipos más comprometidos, innovadores y preparados para alcanzar objetivos comunes, todo ello sin descuidar el bienestar integral de las personas.